martes, 17 de diciembre de 2013

Sobre las listas de lo mejor del año.

Tengo un podio en mi casa. Soy el primero cuando quiero.
 
1-      La lista en la que más me hubiera gustado aparecer en mi vida es la de “los guapos de la clase” de cuando iba al colegio. Cada año en la entrega de los Nobel, muchos de los galardonados piensan eso mismo al recoger su premio.

2-      Sospecho que, precisamente, el motivo por el que muchos de los que hacemos cosas-susceptibles-de-ser-listadas hacemos cosas-susceptibles-de-ser-listadas es para compensar la decepción de no haber aparecido en esa lista.

3-      A todos nos gusta aparecer en la listas de los mejores del año en lo que sea que hagamos, y nos enfada no hacerlo. El mejor ejemplo de ello es Cristiano Ronaldo, a quien no le basta con ser guapo, rico y bueno, sino que necesita que el Balón de Oro (votado por un montón de seleccionadores exfutbolistas que no le llegaban ni a las suelas y por periodistas que ni tan siquiera pueden soñar con lo que él hace) le diga que es el mejor. Es un pequeño caramelo que endulza nuestras muchas inseguridades.

El joven Cris tampoco fue votado el más guapo de la clase.

4-      A todos los que hacemos música nos gusta ser reconocidos por la crítica, sin importar lo grande que pueda ser el grupo o artista. No hace falta irnos a Bisbal (a quien estoy seguro de que también le jode no aparecer en Pitchfork), sino a grupos más cercanos como Lori Meyers o Supersubmarina a los que también estoy seguro que les sentará mal no aparecer entre lo mejor del año de la Rockdelux. Otra cosa es que no les vaya la vida en ello, porque tienen una base de fans suficientemente grande como para hacer su carrera sin que las críticas les afecten.

5-      A muchos otros grupos sí nos va la vida en ello. Me explico: el 95% de los grupos semiprofesionales de nuestra escena vivimos en una economía de subsistencia en el que el pequeño detalle de aparecer en la lista de JNSP, Radio 3 o Rockdelux puede derivar en hacer cinco bolos más al año siguiente que supongan la diferencia entre poder hacer un disco más o no. Somos enfermos terminales a los que igual que cualquier brisa de aire se puede cargar, cualquier fármaco experimental nos da un par de años extra. Es por eso que cuando no aparecemos me enfado y…
 
"Para grabar un single", "para masterizar", "para alquilar la furgo"...
 
6-      …cualquier lista de prestigio que no nos incluya queda inmediatamente desacreditada y la de cualquier medio pequeño que sí lo haga se convierte en relevante. Es posible que gente más madura que yo lo viva de otra manera. Aunque lo dudo.
 

¡Otra vez Kokoshca número 1! ¡Me cago en la puta!

7-      El punto 6 era una broma (aunque no del todo, para que veáis lo de las inseguridades…). Lo que sí que es cierto es que, igual que desconfiaría de una lista de las mejores películas del año que incluya solo blockbusters tanto como de otra que solo incluyese cine experimental europeo, desconfío de cualquier lista musical que solo incluya grupos underground tanto como de la de los 40 Principales, que solo incluye a Pablo Alborán y compañía, y si acaso a Justin Timberlake ya que pasaba por allí (y que ha hecho un discazo este año, por cierto).

8-      No hay que olvidar que el motivo último por el que los medios hacen listas (además de porque es algo divertido en sí mismo, o al menos así lo veo yo) es para fidelizar a su público, y por eso nos dicen aquello que queremos que oír. Si La Sexta se muestra como una cadena izquierda-friendly no es por la conciencia social de su dueño, José Manuel Lara (dueño también de La Razón), sino porque ahí hay un nicho de mercado. Del mismo modo, los medios musicales protegen el nicho que les ha tocado en suerte, bien masajeando el ego de sus lectores (“lo que tú escuchas es lo mejor del año; eres un tío guay; tú sí que molas”), bien presentándose como los poseedores de una verdad revelada a la que solo ellos te pueden dar acceso (“lo mejor del año es este trompetista etíope ciego al que solo nosotros te hemos hecho llegar”).
 

A él también le jode no estar en la lista de los niños populares.

9-      El punto anterior no es una crítica en absoluto.  Me parece normal que cada medio atienda a los intereses de su audiencia al igual que los grupos lo hacemos con nuestro público. Es más, estoy seguro de que en alguna ocasión nos habremos visto beneficiados de ser afines a la línea editorial de algún medio.

10-   Dicho esto, y ahora que soy adulto, la lista en la que más ilusión me haría aparecer cada año es la de chicos guapos de JNSP. Pero, a pesar de que estoy mejorando con los años, me temo que no me alcanza. En 2014 voy a apuntarme al gimnasio.

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