miércoles, 31 de diciembre de 2014

La naturaleza liante de la felicidad obligatoria.


De las costumbres y deberes sociales que la interacción humana nos impone, creo ninguno me molesta más que la obligación de ser feliz. Y no me cabe duda de que el incumplimiento de ningún otro será recibido con mayor escándalo y preocupación por nuestros semejantes.

Os invito a hacer la prueba y a que manifestéis en alguna reunión familiar o de amigos vuestro nulo interés en casaros o tener hijos, vuestra renuncia expresa y notarizada a la medicina occidental, vuestro deseo de afiliaros a ISIS (¿uno se afilia a ISIS? ¿cómo se entra en una organización terrorista? ¿habrá mucho papeleo? ¿tendrán permanencia?) o vuestra voluntad de pasar todo vuestro tiempo libre en orgías poliamorosas interraciales. Si acto seguido les informáis de que no sois felices, veréis cómo todo lo anterior pasa desapercibido y todo el mundo se escandalizará por vuestra infelicidad.

No me estoy refiriendo a que les comuniquéis que estáis deprimidos o estáis pasando una mala racha, ni tampoco al extremo de que estéis a punto de quitaros la vida; sino, simplemente, a que les expliquéis que, por lo general, no sois personas felices, lo aceptáis y vivís con ello. Ante semejante anuncio, el grupo se sentirá amenazado. Nadie entenderá nada. No es tanto que la sociedad te haya fallado a ti como que tú le hayas fallado a la sociedad. Eres un foco de contagio, un problema en potencia: “¿Por qué cojones esta persona occidental que tiene, más o menos, todo lo que una persona normal podría querer dice que no es feliz? ¿Qué está intentando decirnos? ¿Acaso hay algo que nosotros, que sí somos felices, no vemos? ¿Nos está llamando estúpidos?”

Y ese es el momento en que debéis rebajar la tensión diciendo que era broma, que simplemente vais a entrar en una secta sionista matriarcal (la única sociedad en la que el matriarcado da más miedo que el patriarcado es la sociedad judía; está comprobado, hay estudios).

Bien, pues sobre esto os iba a hablar hoy, sobre lo mucho que me molesta que en estas fechas un montón de extraños me deseen feliz entrada y salida de año (yo seré feliz cuando me dé la gana); sobre cómo, ahora que todos hacemos balance del 2014, me reafirmo en que, por lo general, hay gente que siempre cree que ha tenido un año bueno y gente que siempre cree que ha tenido un año malo, con independencia de lo que les haya ocurrido a cada uno; sobre cómo creo que los años se parecen mucho entre sí y que no hay ninguno especialmente bueno (quizás cuando conoces al amor de tu vida o nacen tus hijos), ni especialmente malo (salvo cuando te encuentran un cáncer terminal, te desahucian o algo así).

Este era mi tema para la Nochevieja, sí. Manuel Rodríguez, bringing la bajona a las celebraciones colectivas since 1984.

I killed the party again, I ruined for my friends.

Pero entonces me he encontrado esta maravillosa noticia en la que se nos informa de que Lucía Extrebarría va a empezar una carrera como Dj debido a sus problemas económicos (cuando uno es escritor, buscarse un plan de seguridad económica en el que eres pinchadiscos me parece un plan regular, pero ella sabrá lo que hace con su vida): http://www.elcorreo.com/bizkaia/gente-estilo/201412/30/lucia-etxebarria-hace-problemas-20141229202517.html

La noticia lleva circulando un par de días, ha sido compartida por mucha gente, pero pocos han prestado atención a la verdadera estrella de la misma, eclipsado por Etxebarría, que es el redactor o redactora que decidió empezar un párrafo de la siguiente manera: "De naturaleza liante, Lucía ha estado en el corazón de la polémica en repetidas ocasiones."

Bravo. Esto me ha alegrado el día. A partir de ahora pienso utilizar “de naturaleza liante” para absolutamente todo:

“De naturaleza liante, Esperanza Aguirre se ofrece como candidata a la alcaldía de Madrid”.

“De naturaleza liante, mi gata se ha hecho caca fuera de las arenas”.

“De naturaleza liante, el cordero me ha dado ardor”.

“De naturaleza liante, Kim Jong-un ha bombardeado Massachusetts”.

“De naturaleza liante, me he acostado con tu novia”.


De naturaleza liante, 2014 se termina. Pasad 2015, con su naturaleza liante respectiva, felices o no, como os dé la gana.

2 comentarios:

  1. Me encató el artículo, lo mismo he pensado desde hace tiempo. Siglos atrás eran más sensibles a la vida y no te andaban pidiéndo fueras feliz, ¡no eran tan insolentes! En países como el mío (escribo desde México) decir que no lo eres es como insultar a la virgen misma, en verdad, no sé cómo logran seguir creyendo en semejante mito. De ahora en adelante les diré: es de naturaleza liante mandar todo a la chingada ( o como dicen ustedes, a tomar po´l culo) y entre esas cosas esta la felicidad.

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  2. http://www.fgbueno.es/gbm/gb2005mf.htm

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